Mantenimiento de tu horquilla

Es una de las tareas más sencillas y sin embargo, si no la haces con regularidad, puede ser la principal causa de un mal funcionamiento en la horquilla. Después de una salida -y más si hay barro y polvo- es muy recomendable que paséis un trapo húmedo por las barras de la horquilla para quitar los restos de suciedad que pudieran acumularse. Evita aplicar agua a presión directamente en esta zona ya que podría causar el efecto contrario y llegar a entrar agua.

Lubrica, o no…

Es el punto más comprometido, ya que cuenta con tantos seguidores como detractores, en cualquier caso te lo vamos a exponer y saca tú tus conclusiones. La suspensión ya lleva su sistema de lubricación interna, por lo que en teoría no habría que hacer nada mas. Pero parece que si después de limpiarla, se aplica sobre sus barras ciertos lubricantes específicos pueden hacer que el funcionamiento de la horquilla sea mejor. No te pases con el lubricante ya que es un imán para la suciedad

Al menos una revisión anual a fondo

Es aquí cuando la cosa se complica, y lo mejor es acudir a los profesionales. Si utilizas tu bici a diario y de manera intensiva incluso esta revisión deberás hacerla más de una vez al año. Este tipo de revisiones las hacen directamente las marcas fabricantes o talleres especializados, y en ellas se procede al cambio de retenes, aceite y revisión de casquillos y diales. Como dijimos al principio hay algunos osados que saben bien lo que se hacen y prefieren hacerlo ellos mismos, pero es totalmente desaconsejable que lo hagas si no tienes experiencia. Por muchos tutoriales que te hayas tragado en Youtube


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